sábado, 17 de septiembre de 2011

Bali 4: La cremación de la reina madre


Tras cinco semanas buceando, me despedí de Sanur seguí mi camino. La situación realmente se me hizo un tanto extraña. Aún siendo una rutina, la del viaje, que había vivido en muchas ocasiones; ahora me sentía un poco fuera de lugar. De repente me encontraba esperando un autobús con la mochila, rodeado de otros mochileros. Llevaba cinco semanas hablando del mar, del buceo, de las corrientes y los peces. Me subí al autobús con mi maletín de PADI y empecé a entrablar conversación con el resto de mochileros.

Me dirigí a Ubud, donde había entablado contacto con la fundación Kupu Kupu (http://www.ongkupukupu.org/) una ONG española que ayuda a niños y jóvenes con discapacidades físicas y mentales. Begoña lleva 11 años viviendo en Bali al frente de la organización. A pesar de que ahora no tenían mucho trabajo pude ayudar a un muchacho llamado Madé. Madé nació con distrofia muscular y no puede moverse. Fui a visitarle a su casa en los arrozales, a su habitación, un lugar del que casi no sale. Hace poco una pareja australiana le dio un ordenador portátil, así que fui a hacerle un poco de mantenimiento y solucionarle los problemas que tenía. Tan importante como eso, fue la compañía que le di ese día, y los otros cuando lo visité. A pesar de su situación Madé es una persona llena de vida, con una alegría y luz en los ojos que sorprende la primera vez que se le ve, con su pequeño cuerpo poco desarrollado. Tiene 24 años, y el ordenador le ha permitido escribir (poco a poco) poesía. Madé vive con sus padres y su hermano. Su hermano también tiene un problema físico, y va en silla de ruedas (proporcionada por la fundación). A su pequeña casa no llega conexión telefónica, y es una verdadera lástima porque para Madé significaría poder acceder a muchísima información y, sobre todo, el poder comunicarse con el resto del mundo.

Hacía cuatro años de la última vez que estuve en Ubud. En esta ocasión, mucha gente de todos los lugares de Bali (especialmente de los alrededores de Ubud) se había dirigido allí, pues llegué el día antes de que se celebrara la cremación de la reina madre de Ubud. La cremación de un miembro de la familia real es un evento muy importante, y mucha gente no se lo quiere perder. En un principio intenté entender qué es lo que iba a suceder al día siguiente... pero tras hablar con varias personas desistí en mi intención de conocer lo que iba a suceder. Sencillamente cada persona me decía una cosa diferente.

  • ¿Que quién ha muerto? Un príncipe de la familia real
  • La reina madre la incineran mañana de buena mañana
  • No, no ha sido la reina, mañana hay varias cremaciones junto al palacio real, como a las 12
  • Sí la procesión saldrá por la mañana pero a la princesa la quemarán al anochecer en el cementerio


Así, que bien armado de agua y una gorra para combatir las horas al sol, me dispuse a descubrir el misterio. Fui de buena mañana al palacio, donde había instalado una estatua de madera de un toro y una plataforma enorme. Las diferentes versiones parecían concretarse aquí. El cuerpo de la difunta estaría dentro del toro y en la plataforma se sentaría un miembro de la familia real. Finalmente el cuerpo fue en la plataforma de nueve pisos y se trasladó al toro para la cremación.



La difunta fue Puri Agung Ubud, madre del rey de Ubud, y la ceremonia se llama Anak Agung Niang Rai. La reina madre de hecho murió en Mayo y había estado embalsamada desde entonces. La ceremonia de Pelebon o Ngaben (cremación) es una de las ceremonias tradicionales religiosas hindu balinesas más famosas de la isla, y en ella los familiares y súbditos muestran su respeto a la difunta. Curiosamente, y a pesar de ser un funeral, el ambiente es alegre y festivo. Dicen que cuando se muere alguien en Bali, a los familiares no se les da el pésame, sino que se les dice “felicidades” (tradición que sólo se ha mantenido con el fallecimiento de la suegra en España). Así que la procesión transcurre de forma alegre, con tambores y gamelan (música tradicional balinesa consistente en una percusión continua de instrumentos metálicos); únicamente durante el momento de la cremación se oye un cántico tremendamente triste.



El Pelebon es una ceremonia de purificación y retorno de los elementos del Panca Maha Butha (los elementos del cuerpo que forman la vida) del cuerpo humano (Bhuana Alit, el micro-cosmos) al Universo (Bhuana Agung, el macro cosmos). Estos elementos son:

  • Pertiwi (la tierra, la materia sólida): como la carne, los huesos y los dientes.
  • Apah (el agua): los fluidos como la sangre, las lágrimas, saliva y mucosidades
  • Teja (la luz): como el aura y la luz de los ojos
  • Bayu (el aire): el aliento y la energía
  • Akasa (el espacio): los elementos abstractos (el Eter) del cuerpo humano.

A mediodía salió la procesión rodeada de gran estruendo de tambores y gamelan. Tanto el toro como la plataforma fueron llevados en volandas por decenas de locales como si de pasos de Semana Santa se trataran, pero a una velocidad endiablada. Levantaban el toro, y avanzaban corriendo 40 metros antes de dejarlo en tierra.



El cementerio se encuentra a un kilómetro de distancia del palacio real. La cremación en sí, fue bastante parecida a ver arder una falla, de hecho me vino alguna canción tradicional a la cabeza cuando empezó a arder el toro...

  

domingo, 4 de septiembre de 2011

Balineses 3: la clase de cocina

En mis dos primeros días en Sanur, pude hacer amistad con algunos locales, y con algunos de los empleados del centro de buceo. Una de ellas es Srie, que estuvo sustituyendo en la tienda a una compañera que se fue a Java a casarse. Srie habla un inglés excelente, pues estuvo casada con un holandés, instructor de buceo en Lombok, siendo ella buceadora también (aunque ahora trabaja en marketing). Ahora es viuda, me explicó que su marido murió en un accidente, aunque no buceando. Parece ser que en el centro de buceo tocó una batería eléctrica cuando aun estaba mojado al salir de la piscina. Aunque Srie es una persona muy alegre y su bonita sonrisa siempre llena su cara, el rostro se le cambia por unos segundos cada vez que su marido sale en la conversación.


Hablando con Srie le comenté mi intención de tomar clases de cocina balinesa, y que no me apetecía ir a un lugar donde enseñen a turistas y le paguen cuatro duros al indonesio de turno. Me apetece estar en contacto con los locales!! Aunque ella no me puede ayudar (según me cuenta, cocina de forma horrible... hasta el marido holandés cocinaba para ella, me dice entre risas) me dice que su hermana me puede ayudar con las clases.Así que el próximo día libre que tengo de buceo quedo con su hermana para cocinar, y Srie vendrá luego a comprobar los resultados. Primero vamos a comprar al mercado, aunque muchas de las especias ya las tiene, compramos pollo, coco y otras verduras, y luego vamos a su casa a cocinar.Las casas balinesas son realmente bonitas. Tienen unas ornamentaciones hechas en piedra negra volcánica muy particulares, además de tener casi todas un jardín donde cultivar bananos, importantísimo en las casas de Bali, como ya veremos. Además tienen 5 templos en el jardín de casa, cada uno de ellos para un motivo diferente, para la familia, para complacer a los dioses... Uno de ellos es para protección de la casa y de los que habitan en ella, y me dicen que realmente funciona. Mientras hagan sus ofrendas, dentro de la casa y el jardín están protegidos. Por ejemplo, si están teniendo suerte, o ganando mucho dinero, puede que algún vecino o incluso familiar esté envidioso; pueden ir a un hombre espiritual o mago para que haga algún conjuro de magia negra contra ellos. Pues bien, esta magia u otros posibles demonios, no pueden cruzar el muro de su casa.






Aquí se toman muy en serio el tema de la magia. El primo de 
Srie me comentó sobre un hombre espiritual al que fue a consultar unos problemas personales, ya que no podía tener hijos. La verdad, es que nos acabábamos de conocer y me contó la historia con una serie de detalles íntimos que escandalizarían a cualquier señora remilgada europea. Pues bien, este hombre santo le dijo exactamente cual era el problema, con detalles físicos muy específicos, que fueron confirmados por un doctor en Japón meses después. Aunque he intentado quedar con el primo de Srie para ir a ver este hombre (por curiosidad) ha estado muy ocupado, y como sólo habla en Balinés tradicional, no puedo ir con la mayoría de locales que trabajan en el centro de buceo.



De vuelta a la cocina balinesa, preparamos pollo cocinado con leche de coco envuelto en hojas de plátano al vapor, acompañado de arroz blanco. La verdad es que bastante laborioso, porque todo lo hacemos a mano. Por ejemplo la leche de coco, yo siempre la había visto en un bote en el súper. Aquí, compramos un coco joven, lo abrimos, rallamos la pulpa y sacamos la leche de coco. Aunque laborioso, el resultado es excelente. La leche de coco se mezcla con las especias, muuuuchas. Algunas de ellas no se encuentran en Europa, pero pude reconocer lemon grass, diferentes tipos de chile, cúrcuma, pimienta... todo ello majado en un cuenco de roca volcánica. Os podéis imaginar lo picante de la combinación que me quedaron las manos picando bastante... sin siquiera haber tocado la pasta de especias! Después de macerar el pollo un rato, se hace una  bolsita con la hoja de plátano, se rellena con un poco de pollo y se cierra con un palito de bambú. Cuando se acabaron las hojas de plátano, machete en mano al jardín, y a seguir cocinando. Al acabar la mañana, disfrutamos de una buena comida, Srie, otra chica de la oficina, su hermana y yo.






Antes de volver al trabajo, el primo de 
Srie se pasa para despedirse. Cuando ve la moto que acabo de alquilar y le comento el pánico que les tengo, y que es la primera vez que conduzco una moto.  "Para protegerte, tienes que hacer una ofrenda a los dioses y llevarla en la moto". De nuevo, la religión, la magia y la espiritualidad se mezclan en Bali con lo cotidiano. "Compra en el mercado una ofrenda, ponla en la moto detrás de la matrícula, ponle una galleta o un caramelo y rocíala con agua mientras la bendices". Aquí, cualquiera puede bendecir el agua. "luego, cómete la galleta o el caramelo". 



"Que me coma la galleta? Por qué?" le pregunto. "Porque sino, se te va a llenar la moto de hormigas", me contesta con una gran sonrisa y se despide. 



sábado, 3 de septiembre de 2011

Buceo 3: Los ángeles del Mar

Es difícil decidir cuál ha sido el mejor lugar para bucear en Bali, pero aún así creo que hay un lugar especial para mí. Nusa Penida es una isla pequeña que se encuentra enfrente de Sanur y es donde más he disfrutado buceando.

La salida a Nusa Penida se hace desde la playa de Sanur. La playa de Sanur está bordeada por un arrecife de coral que rompe las olas a unos 200 metros de la costa, dando la impresión constante de tener una ola gigante o tsunami acercándose a la costa.

El trayecto hasta Nusa Penida dura una hora y en una ocasión pude ver delfines durante el camino. La isla está cortada en impresionantes acantilados donde rompen las olas. 



Indonesia está a medio camino del Pacífico y del Índico, con lo que los cambios de las mareas de estos océanos hacen que las corrientes entre las islas puedan ser fuertes. Eso significa buceo precavido, aguas frías y muchos nutrientes que atraen a grandes pelágicos.

Mi primera experiencia como guía la realicé aquí. No estaba muy seguro de saber llegar a los lugares de interés y, más aún, de saber volver al barco! En cualquier caso, nos lanzamos al agua después de ponernos dos neoprenos (por el frío). Camino del primer punto de interés encontramos algunas rayas, un gamba mantis y un pez león. Pero lo mejor estaba por llegar. 



En un momento dado nos pasaron por encima cuatro mantas; tan cerca, que dando un par de patadas con las aletas y estirando el brazo las habría podido tocar. La más grande, negra, dirigía al grupo y tendría entre tres y cuatro metros de envergadura. Cruzaron por encima nuestra a apenas una par de metros de distancia camino de la "estación de limpieza". Aquí hay un par de lugares donde los pececillos desparasitan a las mantas y es habitual que siempre hayan mantas aquí. Las mantas son animales extraordinariamente bellos, no nadan sino que vuelan en el agua agitando sus extremidades como si fueran alas... realmente parecen los ángeles del mar, gráciles y dóciles. Perdimos de vista a las mantas rápido, pues en su flotar pueden ir mucho más rápido que cualquier buceador. Pasados cinco minutos volvimos a ver el grupo, en esta ocasión se dirigían por un lateral directamente hacia nosotros. Como yo estaba guiando la inmersión, iba el primero del grupo y decidí (evidentemente) que no nos íbamos a apartar. Las otras mantas se desviaron, pero la más grande de ellas, la negra, siguió su curso; directamente hacia nosotros. Yo parado al frente del grupo, la manta acercándose. En un punto estaba tan cerca que llegamos a mirarnos a los ojos el uno al otro y finalmente dio un giro en vertical (una especie de tirabuzón) para alejarse de nosotros camino de quién sabe donde, en el profundo azul.




He visto muchas cosas en el mar, pero hasta ahora esta ha sido sin duda la mejor experiencia bajo el agua. En unos días marcho hacia Komodo, que tiene fama de ser un gran lugar de buceo, quien sabe si volveré a ver ángeles... ojalá!








Actualización: ya de vuelta de Komodo... es fabuloso, y volvimos a ver ángeles!!! El video corresponde a Komodo

Actualización

Ya estoy de vuelta por Barcelona. El viaje ha sido bastante intenso, y la verdad es que después de un día entero en el barco, buceando, lo último que apetecía era irse a un cibercafé a escribir durante una hora. O lo vives, o lo cuentas...

En cualquier caso, tenía algunas entradas ya escritas, que al final no envié, que colgaré ahora. Poco a poco iré escribiendo el resto de entradas al blog, esta vez con fotos.

Nos vamos leyendo!